sábado, 14 de enero de 2012

Adopción y acogimiento: trabajo grupal


Tras poner en común previamente, las distintas informaciones recogidas a lo largo de las vacaciones sobre la adopción y el acogimiento, en el día de ayer acudimos a la asociación objeto de nuestro trabajo (LLAR), en la que mantuvimos una entrevista con la responsable de la misma. Una entrevista que nos mostró un poco más de cerca, la realidad a la que han de hacer frente tanto padres adoptantes como hijos adoptados, siendo especialmente relevante en el caso de las adopciones internacionales donde los rasgos físicos son especialmente distintivos entre esos padres e hijos, añadiéndose además el plus de que todos esos menores que son susceptibles de ser adoptados tienen problemas de salud, como pueden ser los retrasos en el crecimiento, la psicomotricidad poco desarrollada, enfermedades infecciosas etc., y que cuando decidimos adoptarlos debemos aceptarlos como son, con sus más y sus menos, porque son niños y se merecen una nueva oportunidad en sus vidas. De esta manera, tras conocer esto, además de los órganos que intervienen en la adopción y el acogimiento, los distintos tipos de las mismas etc., decidimos dedicarnos a acabar los puntos finales de nuestro trabajo, abordando “La educación social e intervención educativa”, las “Conclusiones” y la “Autoevaluación grupal e individual”. Para tras esto, concertar una nueva tutoría previa a la exposición de nuestro trabajo, la cual tendrá lugar el martes.

Por último, y como conclusión no sólo de esta entrada sino también del trabajo, creo que la adopción y el acogimiento son temas sobre los que verdaderamente existe un cierto desconocimiento general, porque se ignora no sólo lo que son en sí sino también lo que suponen, porque adoptar o acoger son términos que llevan en sí una implicación por parte de la persona o personas que deciden llevarlo a cabo, es un compromiso y una estabilidad para un menor que en un momento de su vida se ha visto sin el referente de sus padres. Y es que verdaderamente, y a mi parecer, los padres adoptantes y de acogida han de ser médicos en sonrisas y besos, atendiendo y entendiendo a esos niños, que en algunos momentos pueden ser más o menos receptivos pero que en el fondo presentan una misma necesidad, el cariño y el amor incondicional de unos padres, que con sus más o menos diferencias consideren a sus hijos como iguales, porque como dice la canción… “gota sobre gota somos olas que hacen mares, gotas diferentes pero que a la vez son iguales”.


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