miércoles, 28 de diciembre de 2011

Menores inmigrantes. EPD del día 14 de diciembre

Durante esta sesión tuvieron lugar dos exposiciones, tratándose en cada una de ellas temas totalmente distintos, pues por un lado se abordó la temática de menores inmigrantes, y por el otro la discapacidad psíquica.
Menores inmigrantes.


El fenómeno de la inmigración ilegal de menores (ya sea por iniciativa propia como por el “empuje” por una decisión familiar, o bien atendiendo a si vienen acompañados por un adulto o no), a nuestro país se manifiesta como consecuencia de los cambios económicos, políticos, culturales y sociales que la sociedad está sufriendo en los últimos años. 
En Andalucía, este colectivo mayoritariamente está representado por menores barones. Siendo en su mayoría la procedencia de los mismos de: África, América, Asia u Oceanía. Y existiendo un considerable porcentaje de menores procedentes de Marruecos, debido a su cercanía, o denominado factor distancia con respecto a España, entre otros motivos.

En lo que respecta a la intervención con estos menores, existe un importante conflicto entre la Ley de extranjería y la Ley de protección del menor, según la cual ha de concederse un mayor reconocimiento del papel que el menor como tal desempeña en la sociedad, y exigiendo por consiguiente un mayor protagonismo para el mismo, sin distinción alguna de su procedencia o características. 

Tras ello, nuestras compañeras hablaron de varias organizaciones que tratan con menores inmigrantes, tal y como ACCEM, una ONG que trabaja con refugiados e inmigrantes. 
Son diversos los programas desarrollados por ACCEM, entre los que habría que mencionar los siguientes: acogida residencial, atención directa, orientación laboral y programas de autonomía personal o participación y movilización. Dando esta organización prioridad a la solidaridad, al compromiso social y a la justicia, y siendo este el motivo de que consideren que la ayuda al inmigrante es necesaria.
Otra de las organizaciones tratadas fue C.A.R, un centro de acogida a refugiados que se encarga de la protección internacional, ya que muchas de estas personas ven amenazados sus derechos fundamentales en sus países de origen.
En España existen pocas solicitudes en cuanto a esta índole, aunque a pesar de ello, existen cuatro centros en nuestro país, en el cual las personas que se encuentran allí tienen como principal foco de entrada el aeropuerto de Barajas.
Estos centros no sólo se encargan de la acogida y la manutención, sino también de programas de integración, acogiendo a menores acompañados.

Es con respecto a este último campo con el que habría que destacar los denominados MENA (menores extranjeros no acompañados), ante los cuales, la intervención es diferente a la anterior, ya que a la dificultad de entrar en nuestro país, en este caso hay que añadir el no acompañamiento de un mayor con estos niños, y por tanto no contar con un proceso específico como es de los menores acompañados (ingreso en el centro escolar en un período como máximo de una semana; desarrollo de clases de refuerzo; actividades de ocio; sensibilización a la población y a los inmigrantes)

Los MENA son menores que o vienen solos o son abandonados por los adultos una vez llegados al país de destino, y que a pesar de sus situaciones son tratados como pequeños adultos. Y es que, tal y como exponía el Informe Especial 2004, “…dentro de ese creciente flujo de inmigrantes hacia los países desarrollados, llama la atención la presencia de un elevado número de menores que, sin estar acompañados de adultos, tratan de mejorar sus expectativas de futuro incorporándose a la aventura migratoria. Se trata de personas que a su condición de inmigrantes unen su calidad de menores de edad, lo que en principio los haría merecedores de una especial tutela y protección por parte de aquellos países que proclaman su acendrada defensa de los derechos de los menores como una de las manifestaciones más relevantes de su elevado nivel de desarrollo y progreso. 

Sin embargo, estos países a la hora de afrontar el fenómeno de las migraciones de menores, parece como si sólo fueran capaces de vislumbrar al inmigrante que pretende participar de sus riquezas y bienestar, mientras un velo les oculta al menor que demanda su amparo y protección. Quizás sea por ello por lo que la legislación que se pretende aplicar a estos menores inmigrantes sea con preferencia la de extranjería y no la de protección de menores” 


En general estos menores proceden de Marruecos, Argelia, África subsahariana y Rumanía. Actualmente emigran tanto hombres como mujeres, aunque es mayor el porcentaje de barones. Son menores entre 14 y 18 años, con familias que poseen dificultades económicas.
Normalmente, suelen tener un bajo nivel educativo, uniéndoseles a esto su condición desprotegida frente al nuevo país, en el que al cumplir la mayoría de edad corren el riesgo de ser repatriados si son conocidos sus orígenes. 

En Andalucía hay 249 centros para los menores extranjeros no acompañados, aunque dichos centros están desbordados, al igual que ocurre en el resto de Comunidades Autónomas donde existe una ingente estabilidad en los Servicios Sociales, ocasionando una pérdida del bienestar social de esos niños debido a la falta de recursos que condiciona la creación de planes de urgencia. 

Otros centros destacados en el campo de menores inmigrantes dentro de Andalucía son los de “El Bosque” en Cádiz y “Assalama”, creado por el programa Sevilla Acoge. Estos centros luchan por los derechos de esos menores inmigrantes y promueven una aplicación de medidas sociales para alcanzar la integración, la convivencia intercultural y el derecho a la plena ciudadanía.

Por último, y ya para concluir, en mi opinión es muy importante que tengamos en cuenta que esos menores vienen a nuestro país en busca de un mayor bienestar, de nuevas oportunidades, y que aunque sus motivaciones sean diversas y un tanto truncadas, ya que la expansión de los medios de comunicación hace llegar a estos países de origen una realidad inventada por programas de televisión en los que uno puede convertirse en millonario en una tarde, así como un dudoso y fácil acceso a la vivienda y un amplio abanico de bienes materiales, ellos no han de hacerse los únicos responsables y culpables de su situación y nosotros en vez de proclamar la defensa de los Derechos del Niño deberíamos de empezar a cumplir los mismos en nuestras cercanías, en nuestro día a día, porque son muchos los menores que cada día entran en nuestro país en busca de una nueva oportunidad y otros tantos que no lo consiguen y ven hundir sus sueños…



No hay comentarios:

Publicar un comentario