lunes, 5 de diciembre de 2011

Clases del día 21 y 28 de Noviembre

Tras ver en clases anteriores los referentes y el por qué de los mismos, durante las dos últimas sesiones hemos tratado las distintas teorías explicativas de la desadaptación social, centrándonos en tres corrientes fundamentales: el liberalismo, el positivismo y la Escuela Crítica.

-Liberalismo. Surge en el siglo XVII de manos de la Escuela Clásica. Consideraba al ser humano como un ser libre por naturaleza, con capacidad de elegir entre hacer el bien y hacer el mal.
Según esta corriente, con los delincuentes se debía intervenir mediante la pena-disuasión (el castigo de un delincuente debía servir de escarmiento para él mismo y de ejemplo para los demás ciudadanos. Pretendía la prevención general) y la retribución-proporcionalidad del delito (con el cumplimiento de la pena el delincuente "pagaba" el daño causado a la sociedad). Sus máximos exponentes fueron Beccaria, Feuerbach y Bentham.

-Positivismo. Surge con la Escuela Positivista en el siglo XIX. Sus máximos exponentes fueron Lombroso, Garofalo y Ferri.

"Una de las ideas claves introducidas por el positivismo es la idea de determinismo. Los hombres son impulsados sin resistencia a sus acciones por su constitución (determinismo biológico) o por las fuerzas sociales (determinismo sociológico). Por lo tanto, las personas no son libres al actuar sino que lo hacen condicionadas o determinadas por su naturaleza y por el ambiente que las rodea. Como consecuencia, lo que necesitan las personas que se desvían de la norma no es un castigo, sino rehabilitación y tratamiento. Basándose en el "ideal de la rehabilitación" los positivistas introdujeron en los sistemas penales el tratamiento individualizado y las alternativas a la pena privativa de libertad". (Garrido y Vidal, 1987)

-Escuela Crítica (siglo XX). 
Promueve el trabajo comunitario y pretende el cambio de la estructura social con el fin de eliminar el determinismo. Según esta escuela, la desadaptación es cuestión de muchos factores y es preciso que los acotemos todos.

Ahora bien, al igual que han existido distintas corrientes para abordar la desadaptación según la consideración del individuo que se tuviera, también existían distintas fases de respuestas sociales a la desadaptación. Nos encontramos por orden con las siguientes:

-Fase represiva (Internamiento)
-Fase de Beneficencia (Ayuda)
-Fase terapéutica (Tratamiento e Internamiento)
-Fase técnica (Trabajo de casos)
-Fase crítica (Trabajo comunitario)

Pero claro, debemos preguntarnos… ¿Hasta qué punto estas corrientes han desaparecido? Para dar respuesta a esta pregunta basta con que veamos el documental de la Ilha das Flores.


En este documental se argumenta como funcionan las bases de nuestro sistema socioeconómico y cómo ese mismo sistema, que promete  hacernos libres, autosuficientes y con un futuro próspero, es el principal causante  de la pobreza y de lo que ésta conlleva, es decir la marginación y la exclusión.

Este sistema, por tanto, se muestra como cíclico y como tal, el que se quede fuera de ese ciclo ya no forma parte del mismo y por lo tanto no cuenta, porque la sociedad es la que marca los parámetros de la vida. Esto es así hasta tal punto, que por tener un cerdo un dueño con dinero está dentro del sistema y con ello por encima de otros humanos en situación de pobreza que dependen de los desechos de los cerdos para poder alimentarse.

Y es que muchos de los desadaptados y marginados que serán objeto de nuestra intervención, sus principales factores de exclusión serán la pobreza y en sí las desigualdades económicas, y de nosotros dependerá el ayudarlos a superar estas desigualdades y que no se "desenganchen" del sistema en el que están insertos. 


Pero no debemos olvidar el trasfondo de esta situación, porque la desadaptación no es cuestión de un solo factor sino de muchos, y una persona desadaptada puede ser producto como tal de la sociedad en la que vive y se desarrolla, por lo tanto debemos tener en cuenta que el tratamiento no ha de ser individualizado porque... ¿acaso todavía no siguen existiendo particulares Ilha das Flores en nuestra propia ciudad?, y peor aún... siendo conscientes de ello...¿no volvemos la mirada y no hacemos nada por evitar esa situación?

El Vacie, Sevilla

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